Sin el ICETEX, pierden los más vulnerables

02 Dec 2024
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El ICETEX es una entidad estatal que, desde 1950, promueve la educación superior mediante la concesión y gestión de créditos educativos, priorizando a estudiantes de bajos recursos con buen desempeño académico. Según datos de la entidad, al mes de septiembre de 2024, el 91.9% de los nuevos beneficiarios de créditos educativos en el país provienen de los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3. Un impulso fundamental para la movilidad social.

Esta entidad, que por décadas ha permitido a miles de jóvenes colombianos acceder a un bien público estructural como la educación, enfrenta un momento crítico tras la decisión del Ministerio de Educación de suspender la asignación de nuevos créditos. Con más de 931 mil beneficiarios activos y convenios con 292 instituciones entre IES públicas y privadas, en Colombia, el ICETEX ayuda a ampliar la cobertura que las universidades públicas no alcanzan a brindar y, además, permite que buenos estudiantes accedan a las mejores universidades privadas. Su importancia en la construcción de oportunidades no puede ser subestimada.

En el primer semestre de 2024, más de 53.393 créditos fueron otorgados, de los cuales el 57% beneficiaron a mujeres. Esto no solo muestra un impacto social positivo, sino que refuerza la idea de la educación como una herramienta de equidad. Además, ha facilitado 805 becas internacionales, que permitieron a jóvenes colombianos acceder a maestrías, doctorados y cursos cortos en países como España, Francia y Japón. La decisión de detener los créditos golpea especialmente a los jóvenes de estratos más bajos, que ven en el ICETEX la única posibilidad de progreso.

Acompañando a la decisión de suspender nuevos créditos, el ministro de Educación anunció: “Alistamos un proyecto de ley para buscar convertir al ICETEX en banca de primer piso. No queremos más jóvenes endeudados hasta el cuello al punto de pasar por encima de su dignidad a costa de su propia salud mental. La deuda no es la salida”. La conversación sobre la financiación de la educación superior y el pago de la deuda es necesaria; sin embargo, detener los créditos sin tener un nuevo mecanismo garantizado, solo crea incertidumbre entre los jóvenes y toda la comunidad educativa. La víctima de esta decisión es la juventud colombiana.

Son diversos los mecanismos y los esfuerzos que se han hecho para lograr el acceso a la educación superior: gratuidad en IES públicas, fondos de becas, créditos públicos y privados. De hecho, las fundaciones privadas antioqueñas han invertido en educación superior, en los últimos 6 años, 70 mil millones de pesos (Mesa de Fundación de Fundaciones liderada por Proantioquia). Pero Colombia no puede permitirse que un arreglo institucional como el ICETEX, con las tasas y la estructura operativa que se ha construido por décadas, se debilite.

El único propósito que nos debe unir es la educación de calidad y amplia cobertura para todos. La educación no es un gasto, es una apuesta estratégica para el desarrollo del país.

Nota: celebramos el anuncio de Grupo Argos de constituir el fondo Generación A, que otorga becas a perpetuidad en las universidades EAFIT, CES y EIA para 500 jóvenes talentosos en Antioquia, con un aporte inicial de COP 40 mil millones y una meta de COP 100 mil millones. Generación A proyecta un impacto transformador.

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