Priorizar la agenda de desarrollo rural que los diagnósticos económicos del país y las rutas de construcción de paz han arrojado como reto es algo que no podemos seguir aplazando en Colombia. Hace algunos años, junto a varios aliados públicos y privados, Proantioquia comenzó el desarrollo del proyecto Agroparque Biosuroeste, ubicado entre Valparaíso y Támesis, iniciativa que es hoy una realidad.

Biosuroeste tiene la proyección de crear sistemas agropecuarios y ecoturísticos sostenibles, innovadores y conectados con mercados sofisticados e internacionales, que convoquen a los jóvenes rurales a crear proyectos de vida que les represente riqueza financiera y cultural, a partir del conocimiento y el valor de un territorio con el potencial de la Provincia Cartama.

En 2019, la creación de la Corporación Biosuroeste da luces sobre cómo convocar al sector público, privado y académico con el fin de aunar esfuerzos para acelerar el desarrollo rural, social y económico de un territorio por medio de educación, investigación, asistencia técnica, acceso a financiación y tecnología.

Cualidades como el café, el cacao, los cítricos y el aguacate, sumadas a la riqueza de su biodiversidad (solo las 600 hectáreas del Agroparque concentran 108 especies de aves) el talento y la capacidad de trabajo de sus habitantes, nos permiten crear un modelo que se pueda replicar en otras regiones del país, como el Valle del Cauca o la ribera del Río Magdalena.

El Agroparque Biosuroeste busca la creación de un modelo agroecológico alimentario para los habitantes de la Provincia, así como uno productivo alrededor de la regeneración del bosque seco y el bosque húmedo tropical, que promueva ingresos complementarios para las familias campesinas, y que permita darle solución a los retos de proveeduría de alimentos de un centro urbano como el área metropolitana de Medellín.

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